La siniestralidad es proporcional al número de desplazamientos -repuntan en verano hasta 89 millones entre julio y agosto- afectando a conductores, ocupantes, peatones, ciclistas, motos, coches… a familias enteras y a la propia sociedad.
El comportamiento de la población al volante trae o evita consecuencias gravÃsimas: accidentes, lesiones, muertes, rehabilitación… Agravadas por el riesgo de conducir bajo los efectos de las drogas o alcohol, el exceso de velocidad, la fatiga, las distracciones, no respetar la distancia de seguridad, no usar sistemas de retención y no poner el cinturón de seguridad…
Incorporar en los vehÃculos sistemas de detección y reacción ante obstáculos; Mejorar las redes viales; pasos de peatones digitalizados, Campañas de vigilancia y control para inducir conductas al volante, sensibilización con vÃctimas reales, etc.…no serán suficientes sin el convencimiento y la toma de conciencia de todos los usuarios.